Diez y Ocho

diciembre 11, 2013 3 Comments A+ a-



"No hay medicina que no cure lo que no cura la felicidad".
~ Gabriel García.

Estoy tan ausente del lo que pasa a mi alrededor y tan despegada del mundo y desubicada como lo estuvo mi mejor amigo cuando perdió la cabeza por unos ojos verdes.
Tuve en ese entonces que memorizar nombres de calles y aprender a caminar sin tropezarme con mis propios pies, porque él estaba absolutamente en otro mundo y repetía tres-cuatro veces la misma palabra, porque se le iba la idea principal entre las memorias dulces de de un domingo.
Por desgracia, no tengo cerebro suficiente que me advierta o por lo menos que me haga parecer menos torpe de lo que naturalmente soy.
No puedo recordar cómo me sentía hace un par de meses, lo que pensaba o quién era entre este tumulto de sensaciones nuevas, desconocidas y 'terroencantadoras'.
Cumplí dieciocho.
'¡Cómo es cabrona la vida!' dijo Gabriel González 'ya no me acuerdo cuando cumplí dieciocho ¿los cumplí?'.
Tenía yo diecisiete recién cumplidos y auguraba el décimo octavo como el peor cumpleaños de mi vida. Decía yo que iba a querer morirme de impotencia y de mediocridad porque era ni la mitad de plena que todos a mi alrededor y en sí un debraye que ya recuerdo difuso; me cambia más la mente que los calcetines.
Decían las gentes que ¡no! que la edad es número y que no tiene más importancia que la del mero trámite. Pero no se experimenta en cabeza ajena y yo no me creía eso hasta que me di cuenta por mi misma que es cierto.
Yo, siendo mayor de edad.
Llegó pues el fatídico día que estuve temiendo un año entero y resulta que ni siquiera tengo palabras con qué describir lo magnífico que fue: 'es como un temblor de tierra.'.
El muchacho de la mente excéntrica y los ojos fascinantes que se me aparece en constantes sueños me compartió su diez de Diciembre y convirtió el mío en el mejor que he pasado en ya varios años.
Estoy tan encantada como encantada se puede estar.
¿Cómo se le hace para escribir de alegría? Buena que soy y natural que me sale escribir ahogada en mocos y lamentaciones; pero ¿y cuándo uno es feliz?
Escribiré para mi diario azul, escribo ahora para el blog y escribí un capítulo más para mi historia; ésta último fue, por fortuna, muy bien recibida por mi público de una sola persona.
Después de bastantes meses, tuve corazón y coraje para concebir una idea mientras me cepillaba los dientes con el desinterés que exige la actividad.
Hasta le puse nombre por fin a mi personaje más misterioso que llevaba casi un año desnombrado y desconocido.
'Vive el momento y no te preocupes, Paulina'

3 comentarios

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zabdiel
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11 de diciembre de 2013, 5:35 delete

Como siempre te reitero lo mucho que me gusta la manera en la que escribes, y ya sabes que te quiero mucho y que eres de verdad alguien importante para mi :3

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Kaities
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11 de diciembre de 2013, 6:26 delete

Al menos disfrutaste el día de tu cumple con el chico de tus sueños y eso me alegra muchisimo por ti! :3

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Anónimo
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11 de diciembre de 2013, 15:12 delete

Amor, ¿se necesita más?

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