Futuro.
"Siempre fui una chica rara, mi madre me decía que tenía alma de camaleón. Ninguna brújula de moralidad señalándome cual era el norte, ninguna personalidad estable. Sólo una indecisión interior que era tan grande y tan vacilante como el océano. Y si dijera que no fue mi intención que todo se tornara de esta manera, estaría mintiendo, porque nací para ser otra mujer. Yo no le pertenecía a nadie, le perteneciera a todo mundo, que no tenía nada pero quería todo. Lo quería todo con el ardor de cada pequeña experiencia y una obsesión de libertad que me aterrorizaba al punto de que no podía hablar al respecto, y que me impulsó a un punto nómada
de locura que me deslumbraba y me mareaba."
de locura que me deslumbraba y me mareaba."
~Elizabeth Grant.
"Bátiz es muy difícil, pero en todos lados te van a dar trabajo cuando salgas."
¿Qué tan difícil puede ser? Yo siempre había sido de esas de excelencia académica, que no hacían tareas ni estudiaban sino sólo por obra de dios.
Cuando anuncié que había "elegido" esa escuela, sorprendí a Jessica Contreras que había dicho que yo era escritora e hice enojar a Guillermo Cueto que dijo que yo era guitarrista o quizá pianista "tienes talento y habilidad para esto, no hagas lo que los demás quieren".
Una de las razones fuertes que tengo para no volver a ver a Guillermo Cueto es la vergüenza que va a darme decirle que no pude, que fui débil y logré los ciento once aciertos que en realidad no quería lograr.
En tercer semestre de escuela dije sin pensar que quería Programación.
¿Por qué? A pues porque mi tío es programador y le va super, además dicen que pagan bien.
Entonces fue que tras compartir salón con personas engreídas y megalómanas con las que jamás pude socializar, no encontrarle nada de libertad a lineas y líneas de códigos, nunca descubrir "lo sorprendente de las Matemáicas" o "lo magico de la Física", ver cada vez más empolvado mi teclado y más vacío mi bloc de dibujos que lo descubrí: No es lo que quiero.
Nunca lo ha sido. He estado haciendo algo que no me gusta durante todos estos años, he estado haciendo lo que alguien decidió por mi.
Hoy en día estoy fuera de la escuela con un dictamen que probablemente incumpliré; de momento ya estoy un año fuera, un año atrasada. No puedo contar la historia porque me dijeron que era secreto.
Pero le voy a ser bien sincera: No me interesa. Nunca durante mi medio superior he sido más feliz que ahora.
Me han enfermado siempre sus actualizaciones de perfil en donde escriben lo bien que les va con un programa que yo ni sé cómo comenzar, me enferma lo bien que comprenden la Física cuando yo no tengo ningún atisbo de consciencia de lo que ocurre en clase, me enferma que me sientan inferior sólo porque repruebo. No soy tonta, hijos de la chingada.
Y no, no soy inferior; y ciertamente tampoco soy superior. Soy diferente. Tengo intereses y metas diferentes, no me importa conocer más lenguajes de computación o enterarme cómo funciona un dipolo en un campo eléctrico uniforme y aunque quizá lo pueda (y tenga que) aprender es algo a lo que no me quiero dedicar, yo ya no quiero trabajar para ganar dinero, quiero trabajar en algo que me haga feliz.
No me avergüenza perder año y verlos salir y graduarse, tampoco me alegra (salvo por algunas personas por las que si me alegro, sé que lo merecen), me avergüenza haber tratado de encajar, haberme engañado al decirme que eso era lo que quería, haber dejado a mi guitarra sola y mis propias metas a medias.
Voy a terminar esa chingada escuela, porque mi y por Gabriel González, para demostrarle que su esfuerzo para sacarme adelante no fue en vano; por mi y por un muchacho, para comprar la casa bien lejos que nos prometimos; por mi y por mi amigo, para que ya podamos dormir y nos deje de doler la panza.
2 comentarios
Write comentariosConquer this fucking world Paulina
ReplyMe dejas con la boca abierta... Es un tema bastante complejo y me agrada tu punto de vista
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