Mujer
Lo que todavía nos falta a las mujeres aprender es que nadie te da poder. Simplemente lo tienes que tomar tú .
~Roseanne Cherrie Barr.
Escribo hoy para contarle acerca de un importante acontecimiento en mi vida.
Ya me volvieron mujer.
¡Qué placer! ¡Qué deleite! ¡Qué dicha! Me siento ya más completa, ya más entera.
Sé muy bien que ya puedo formar una familia y cuidar un marido, que ya puedo dedicar mi vientre a descendientes. Qué puedo someter mis pasiones y entregarme a mis obligaciones.
¡Mire usted! ¡Qué bonito!
Pero no, mejor dicho, sé muy bien que ya puedo ser revolucionaria, qué puedo no estarme quieta. Sé ya que no es obligación mía otorgarle la vida a nadie que me quite la mía.
Sé que soy inferior a nadie y que soy persona libre. Que dios y yo somos aparte.
Sé que soy feliz derrochando mis pasiones y perteneciendo a mí misma no'más.
Pero ¿te cuento cómo fue?
Un día llegué con Alexis a mi casa y por alguna razón que no recuerdo subí a mi cuarto.
En el pasillo había una pila de libros nuevos (en realidad eran libros viejos, pero nuevos para mi).
Me recorrió la vertebra un estremecimiento; me sentí absolutamente emocionada.
Bajé los libros y los revisé uno por uno, los olí, los amé, los sentí parte de mí. Eran míos; eran yo.
Me metí tanto en la tarea de mirar mis nuevas emociones y dichas encuadernadas y plasmadas en papel amarillento tan minuciosamente que no sé cuándo fue que Alexis se quedó dormido.
Siento la presencia de ese día permanente en mi cerebro y en "mi corazón".
¿Qué quién me volvió mujer?
Pues fue Ángeles Mastretta, pero lo comenzó Alessandra Luisselli.
Ellas me enteraron de que soy mujer cuando me supe sensible y emotiva, pero fuerte y capaz.
Cuando me enteré de que no hay límites más que lo que yo misma me impongo.
Cuando me sentí segura de querer luchar por mi misma y por las demás.
Cuando pedí y acepté disculpas.
Cuando acepté mi cuerpo diminuto y simple.
Cuando decidí dejar de ser mediocre y ser revolución.
Cuando me agujeré las orejas porque yo quise hacerlo y no por ideas ajenas o por hacer Porque todas nacen libres y fuertes, pero las personas y la quesque moral las hacen tan pendejas que creen que volverse mujer es cuando a una se la coge un cabrón ¡qué tontería!
¿Qué opinas?